A media cuadra

sábado, 28 de abril de 2012

Crónica social - Farándula de la realidad

Los presupuestos del estado son como la guasca, uno aprieta, se retuerce y patalea, pero cuando salen, es de una sola vomitada mijo…
Quipitos.

Por K-ko

Los presupuestos del estado son como la guasca, uno aprieta, se retuerce y patalea pero cuando salen es de una sola vomitada mijo…
Quipitos.

La crisis social siguió desde la ultima  crónica social escrita en esta su a media cuadra, ahora combatiendo de nuevo el ahogo estatal llegamos con las letras un tanto más alicoradas,  ahumadas y alucinadas.  Nos remojaremos un poco en las aguas del pasado y sacaremos los trapitos al Inti para contextualizar al lector amante del show social.

Se caso uno de los solteros más codiciados del cartel zootimiceño, uno de los canes que aullaba rampante bajo los difuntos árboles de la célula J, conocido a nivel internacional, nacional y barrial como Quipitos la sensación, la estampilla Osorio, arrebatos, gozque, o simplemente, el monito. Curioso lobezno que estudio desde  temprana edad el arte del camuflaje inspirado en el coyote, la guerra del fuego, los archivos x y el triple x, así comprendió que  sus dotes fenotípicas confeccionarían el  traje que lo haría famoso.

Esta hoja de papel hoy se moja con J de José, entrañable amigo que subió, bajo y volvió a subir al tabernáculo matrimonial para los católicos apostólicos y romanos. Rito que en las últimas ocasiones ha convocado a la titular del Oratismo, equipo victorioso que salió con los dientes amarillos del wisky. Esta fecha se destinó para la risa, el merengue y la  pasión, ya que dentro de tantos shows de dolor nacional, hoy este periódico levanta las copas, se lava los dientes y se quita el sombrero por uno de sus más peculiares y queridos elementos.

Pero esta hoja también se crea con C de Carito, integrante de las filas de la locura desde hace ya varios años. Compañera tejedora por la que sujetamos las fuerzas que nos han unido en este joven camino,  ella ha aseverado sus hilos en la mochila de nuestras vidas, escribiendo desde los ladridos del cariño y la energía, un compartir de  muchas risas juntos. Todos los poderes para vos mamacita.

Esta historia tiene un protagonista de suma importancia faltante en el ritual de unión celebrado: un atuendo, una estética, un sentimiento, un chaleco que ha caracterizado la vida de Quipitos. Nos quedamos sin ver la entrega oficial del chaleco maldito, prenda que al ser lucida generaba en el portador conductas licantrópicas. Ya fuera en luna llena, menguante o creciente esta chaqueta manga sisa comprada en la plaza España fundía bautizos, quince años y cuanta fiesta se le pasara por el camino y que, el promisorio novio, usaba desde su adolescencia repartiendo  tarjetas de presentación, las cuales decían: José Manuel, soltero.

La manada está feliz, aullamos a carcajadas trenzando danzas tribales alrededor de una pareja que lleva hoy en sus pies el baile de la compañía y el amor. Los Pájaros, los Tigres, los Saínos y la gran Anaconda fueron llamados desde este nuestro territorio Techotiba para que acompañen y alumbren el camino de esta nueva gesta.

Con la voz prestada de todos los asistentes y faltantes, humanos y animales, profetizamos, con la fuerza del espíritu, que no faltará pescado en la mesa ni amor en esa  nueva casa y que el canto de los sabedores arrullará los amaneceres para seguir trochando nuestra historia. Con los dientes pelados, sonriendo y con fe, levantados y parados, cantamos la canción que escuchó en esta madrugada, retumba la  trova  diciendo que la memoria se convierte en un sustento y celebra cada rio que se ha cruzado.

Así, deposito estas letras en el cofre de sobres, para que ayuden a la ruta que seguiremos atravesando.

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