Ofuscación contra la colmena

Por Principito mestizo

 

Un cubo la llave, piezas que han de acomodarse de forma tal, casando unas en otras y cumpliendo la clave como es debido, para abrir las puertas de un mundo inaccesible, cerrado al entendimiento humano: Una institución.

Piénsese en la espera de una fila:
-    Vecino a qué viene usted?
-    A poner una queja sumercé.
-    Vecino para eso tiene que ir a autorizaciones a que le den un turno de espera.
-    Es que la queja es sobre la cola tan larga de autorizaciones, sumercé.
-    No, es que para eso vecino, tiene que dirigir una carta a la gerencia en que solicite un permiso para quejarse de la sección de autorizaciones; Esta fila es para quejarse de la gerencia nada más.

Como decía un renombrado calvo francés; en la mala con la estructura. La sujeción es tal, es tal el maniqueísmo y tan inútil la pelea de la hormiga contra el zapato, que sólo queda encabronarse,  morderse la lengua y prometer un descalabro.

A la sunga Zandunga con la burocracia; que cuando el estómago es rey la ameba impera. Jerarquización de la democracia, jerarquización del conocimiento, jerarquización de la jerarquía.

-    Compadre, cómo hace uno para salir de esta depresión?
-    Depende…de encima de quién esté usted parado.

Una estructura no es piedra, ni escritorio y oficinas, ni cargos disfuncionales que ponen de punta los pelos a la masa Kafkiana en que nos hemos convertido; la estructura es un apego, una atadura social como la teta lo es para el ya hace rato parido. El hombre Tairona tiene en su buhío (que no duerme con la mujer, ella duerme en habitación separada con los hijos) una mata de sábila. La sábila tiene un olor fuertísimo a pura volantina ´e loco. Cuando el taironita está muy amañado con la teta de su mama, el varón, su papá, le mocha un gajito a la sábila y le unta el pezón a la hembra. El niño se asquea y empieza el destete.

Existen métodos mucho más bruscos, por ejemplo con ají, que es violento al símbolo de la madre y a lo que irrumpe con ella; recuérdese que cuando el infante mama se cree uno sólo con ella. Empero se sabe de casos terquísimos en que el niño se rehusa y chupa aún con sábila o ají o cuanta cosa se nos ocurra. Este apego significa una incapacidad de confianza propia, una dependencia que raya con lo mórbido. Porque cuando se está dispuesto a soportar dolor, cuando no me importa que esto que deseo me haga daño con tal de tenerlo, claramente se está frente a un flagelo patológico.

El apego social de la institución como forma única del orden es un autoflagelo. Esa teta vieja y seca de deseo anochecido es una visión oscura de novela gótica; de repente vemos un espejo en el techo que nos revela nuestra condición, cadáver a lo largo de un cadáver tendido. Aquella atarraya rota que se usó de más. El engranaje es cada quién. Apego: a los valores macabrogodos, al servilismo voluntario, al egoísmo mesianista. De una forma u otra me descubro hormiga, ser desprovisto de su ser, ser-para-la-obediencia.
¡Ah! Que me arrojo al idealismo, que me arrastro medio mundo tras de mí. Amigos y amigas, gente linda y gente inmunda, todo aquel a quien llegara este manifiesto, sépase que no por muy bonita gana la reina y no por muy osado sobrevive el soldado.

Que aún con advertencias se muere en la guerra.

PRINCIPITO MESTIZO